domingo, 15 de junio de 2008

¿¿Dónde estas?? Hoy no te encuentro.
Mirame, ya crecí, y no sé como manejarlo, seguime enseñando.
¿A dónde te fuiste? Quiero tu abrazo con el beso en la frente, ese q me calmaba, el q continuaba con tu sonrisa suave cuando mis problemas de niña parecían inmensos y vos sabias q venían cosas peores.
Cuando te fuiste supe verdaderamente lo q era el miedo, ya no estabas vos para protegerme, esta vez tenia q continuar sola, la calma no aparecía sin ese beso y tenia q aprender cómo encontrarla. Iba a ser difícil, lo sabia, y así fue, todavía no la encuentro.
¿Te acordas q era la nena fuerte q no lloraba? Cuando te fuiste tuve q mostrar ser mas fuerte, no era justo q la abuela o mamá me consuele, yo las tenia q sacar adelante, sentí q era mi deber, te llore en silencio, como cuando era chiquita, esperaba a q te durmieras con la abuela para ir a cuidarlos, tenia miedo q se vayan, q dejen de respirar. Después crecí un poquito más y muchas veces me dormía entre ustedes para sentir su protección.
Luego paso lo de Paulo, un tiro a cada uno en el medio del corazón, pensamos q no lo superábamos, pero la abuela pudo, nos saco adelante a todos, vos fuiste mas débil, te me enfermaste, de a poco fuimos cambiando los roles, las medias q me ponías cuando me levantaba ahora te las ponía yo (y como me habías enseñado), el beso en la frente te lo daba yo, mas de una vez se me escapó una lágrima, pero siempre me las ingenie para q no te dieras cuenta y sonreía, así como vos lo hacías, aún ya sin poder hablar me demostraste q no necesitábamos de palabras para seguir entendiéndonos. Me pedías q me quede mirando tele con vos hasta q te duermas, como te lo pedía yo de niña. Las veces q me trataba de levantar despacito para no despertarte y vos nunca te habías dormido, no me dejabas ir. Cuando estaba mal, te dabas cuenta y hacías lo posible para poder moverte y acariciarme, siempre lo hacías en mis ojos, nunca entendí por q hasta q llego el día de irte, automáticamente puse mis manos en mis ojos y me ayudaron a sentirte conmigo, esa vez no pude contener las lágrimas...
Entendí q la muerte es algo real, ella me los saco a vos y a Paulo, todavía tenían tanto por enseñarme, pero no llegaron, yo también les quería enseñar cosas, hay tanto nuevo q contarles. Al principio los recuerdos no venían, sólo lo último, tus gritos de dolor, los gritos de él, las miradas perdidas, cerraba los ojos y eso era todo, quería escuchar sus sonrisas, su voz, no podía, me desesperaba. Un día de la nada encontré un casette, si, de esos q grabamos cuando jugábamos con los primos y entre risas y carcajadas escuche la voz de Paulo, no sabes lo feliz q me hizo, lo escuche miles de veces, había encontrado su color de voz, estaba ahí, del otro lado y me lo estaba mostrando. Con vos fue distinto, no aceptaba tu ausencia, te iba a ver a tu habitación todavía, pero no estabas, prendía la tele para hacerte compañía pero ya no me detenías para q me quede un ratito mas. Ya no quería más, quería irme lejos, no era justo para nadie todo esto, yo te quería un ratito más, no llegue a agradecerte todo lo q hiciste por mi, no te pude decir q fuiste y siempre vas a ser la persona mas importante de mi vida, vos hiciste lo q soy, me hiciste persona, me enseñaste a amar sin medida, a dar sin recibir, a reír sin razón teniendo miles de ellas... Hiciste tanto por mí, vos no me abandonaste, vos estuviste ahí todo el tiempo, fuiste Abuelo y Papá a la vez. ¡Te extraño tanto!Hoy esta niña-mujer te sigue necesitando pero esta vez quiero q me seques las lágrimas, no las voy a ocultar. Cuidame de nuevo abuelo, mostrame la suavidad de tu sonrisa una vez mas, la calma de tus ojos...